El ministro del Interior subrogante, Luis Cordero, abordó los avances en investigaciones de homicidios ocurridos en los últimos días, haciendo un llamado a la responsabilidad a la hora de comunicar este tipo de casos. Además presentó actualizaciones al Plan Calles Sin Violencia.

En dependencias del Departamento OS9 de Carabineros, el ministro del Interior y Seguridad Pública (s), Luis Cordero, encabezó esta mañana una actividad donde se anunciaron avances en las investigaciones de tres delitos violentos ocurridos recientemente en la Región Metropolitana. Los casos incluyen dos homicidios en las comunas de Recoleta y Santiago y un homicidio frustrado en el Hospital Padre Hurtado. Participaron también el director nacional de Orden y Seguridad, general inspector Rodrigo Espinoza, y el fiscal jefe Flagrancia Sur, José Cheuquiante.

El ministro subrogante hizo un llamado a evitar discursos alarmistas y a analizar cada caso en su contexto. «Cuidado con la retórica del miedo. Cuidado con la retórica del terror y creer que cada uno de los eventos que implica la muerte de alguien es un homicidio que se caracteriza por la participación del crimen organizado. Y eso es relevante porque, en algún sentido, los líderes de opinión también son responsables de transmitir a las personas tranquilidad», señaló.

En ese contexto, Cordero abordó el uso de la seguridad como estrategia política, señalando: «Puede ser un mecanismo legítimo, pero llega a un determinado límite. Entonces se comienza a transformar en una herramienta perversa. Por eso, para hablar de seguridad, discutamos con datos, para hablar sobre los casos, discutamos con hechos. Para hablar de la seguridad, dejemos de separarlo de la política contingente y mirémoslo como una estrategia más técnica y más operativa».

La autoridad de Interior explicó que los homicidios esclarecidos recientemente se dividen en tres categorías principales: aquellos vinculados al crimen organizado, que representan cerca del 40% de los casos; los asociados al uso de violencia durante robos; y los derivados de reacciones violentas de personas que, actuando equivocadamente, creyeron ser víctimas de un delito.

En relación a este último punto, el ministro afirmó: «A las personas hay que transmitirle que la forma de abordar los delitos es con el sistema estatal, mediante la persecución criminal por parte del Ministerio Público, y con el rol de las policías, que tomar la justicia por la propia mano siempre va a ser un error».

Actualización del Plan Calles Sin Violencia

El ministro subrogante destacó los ajustes operativos al Plan Calles Sin Violencia, enfocados en la intervención estratégica y el análisis basado en evidencia. Explicó que, según los datos disponibles, los lugares críticos no abarcan comunas completas, sino barrios específicos o incluso determinadas cuadras. Además, señaló que el plan incluye acciones como la persecución criminal a través de ECOH y la fiscalización de armas, con el objetivo de reducir la circulación de estas, dado su impacto en los homicidios. Subrayó que lo relevante no es solo el número de carabineros asignados a una comuna, sino los servicios policiales estratégicos que se implementan en esos territorios.

Buscando la pertinencia territorial y el despliegue adecuado de las instituciones de seguridad, en la actividad además se detalló que estas medidas serán implementadas en coordinación con los alcaldes y estarán respaldadas por datos integrados entre Carabineros y el Ministerio Público.